¿Por qué se produce y cómo se soluciona?
El rechazo a la intimidad puede llevar a la castidad involuntaria avivada por fantasmas como sentir vergüenza por el cuerpo y la desnudez, el temor a no dar la talla, a sufrir en las relaciones de pareja o a contraer una ETS. La información y trabajar la sexualidad propia son la clave.
Casi todos tenemos un amig@ o conocid@ que no registra en su pasado ni en su presente ninguna relación de pareja, que no muestra interés por ellas y que en los temas erótico- sexuales, prefiere mantenerse al margen. La sociedad actual define esta situación de rechazo a la intimidad como EROTOFOBIA. Este miedo o rechazo, puede provenir de experiencias previas negativas, de la educación recibida, a menudo castradora, de aspectos ideológicos y culturales, e inclusive a la exposición exagerada a la pornografía.
¿Qué podemos hacer, para fomentar la seguridad sexual?
Otro aspecto a tener en cuenta es que vivimos en un mundo DIGITAL, que potencia el miedo a las relaciones físicas y a la intimidad.
Se tiene miedo al fracaso, al dolor y se buscan relaciones cortas, banales y con un elevado grado de insatisfacción.
El lema de hoy en día parece ser “follo y me voy “y así evito conflictos porque trabajar en una relación de pareja implica, esfuerzo y dedicación. La seducción ha dejado de ser algo importante. Ahora lo que seduce son las fotos de Instagram. La comunicación ha pasado a estar en un segundo plano.
Al mismo tiempo, la sociedad pena mucho el fracaso amoroso. De hecho, vivimos las rupturas sentimentales de los famosos (Shakira, Rosalía) como si ocurrieran en nuestra propia familia.