Hay personas que viven muchos menos años y personas que viven bastante más. ¿De qué nos morimos antes de tiempo?
España es uno de los países con la esperanza de vida más alta del mundo. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019 tenía una esperanza de vida de 83,2 años. Sólo superada por Japón, Suiza y Corea del Sur.
Pero como es comprensible, siempre queremos vivir más años.
La esperanza de vida es un indicador de salud promedio de la población de referencia.
Veamos ahora las CAUSAS de muerte y muerte temprana.
Las principales causas de muerte en España en 2020 fueron LAS ENFERMEDADES DEL SISTEMA CIRCULATORIO y LAS ENFERMEDADES TUMORALES.
Si hablamos de las causas en España, de pérdida de VIDA SALUDABLE encontramos encabezando la lista al Tabaquismo, la Diabetes, la Obesidad y la Hipertensión Arterial.
Ni caso a los Consejos Médicos.
Atendiendo a las Estadísticas que hemos visto de esperanza de vida saludable deberíamos EVITAR FUMAR, COMER MEJOR, HACER ELERCICIOS o CONTROLAR LA HIPERTENSIÓN.
¿Lo hacemos? Es decir, tú sigues estas recomendaciones médicas.
Por desgracia, si todo fuese tan fácil como decirle a la gente lo que debe hacer, seguramente el trabajo de la medicina preventiva sería mucho más sencillo y los niveles de salud y calidad de vida serían altísimos.
Desde la epidemiología se ha estudiado cómo la probabilidad de morir, la de vivir con buena o mala salud, o la de fumar, consumir alcohol o hacer ejercicio se distribuyen de forma desigual entre las personas que componen una misma población.
De forma sistemática, diferentes estudios epidemiológicos han vinculado por ejemplo, una posición socioeconómica desfavorecida con mayor riesgo de mala salud y una muerte prematura. Y esto no se debe a que las personas de clase más baja no sepan que fumar o consumir alcohol es perjudicial . La razón es que éstas personas están expuestas a condiciones de vida que hacen que sea más probable que tengan mala salud. Esto es lo que se conoce como el gradiente social de las enfermedades.
Las condiciones de nuestro barrio, nuestro trabajo, nuestra clase social, nuestro género, la educación que recibimos o el entorno familiar modulan en gran medida cómo nos comportamos.
Por eso, a la hora de hacer recomendaciones de cómo vivir con mejor salud se deben tener en cuenta los fenómenos sociales que influyen sobre nuestra salud, lo que llamamos determinantes sociales de la salud.
No sea pobre, no tenga padres pobres.
Replicando un ejercicio de humor que realizó David Gordons en 1999, una alternativa de recomendaciones de estilo de vida saludable podría ser.
- No sea pobre.
- No tenga padres pobres.
- No tenga un empleo estresante.
- Viva en una casa de buena calidad.
- No viva al lado de una fábrica contaminante.
Pueden sonar como recomendaciones absurdas a nivel individual. Sin embargo, bajo un marco de determinantes sociales de la salud, se deben ver como esfuerzos colectivos que hacemos como sociedad para proteger, promover y proporcionar la salud de todas las personas que componemos una sociedad.
Y de eso se trata precisamente la salud pública: de esfuerzos colectivos que mejoren nuestra salud y bienestar globales, que eviten muertes prematuras y aumenten la esperanza de vida en nuestra población.
Mi mensaje para llevar a casa, es el de que cuides tu entorno al máximo, porque tan importante como es no fumar, no beber, hacer ejercicio, cuidar la alimentación y acudir con frecuencia a tus chequeos médicos para disfrutar de buena salud, lo es también vigilar tu espacio vital, tu casa, tu trabajo, tu barrio, porque esos espacios si no son los adecuados, también te pueden enfermar.
Algunas recomendaciones han sido tomadas de un artículo escrito por Pedo Gullón Tosio. Doctor en Salud Pública. Profesor de la Universidad de Alcalá.