Es el término más preciso e inclusivo que describe los múltiples cambios que ocurren en los genitales externos, tejidos del suelo pélvico, vejiga y uretra de la mujer, y las secuelas sexuales por la pérdida de la función sexual y la libido causadas por el hipoestrogenismo durante la transición a la menopausia y la posmenopausia.
Estos cambios genitourinarios ocurren principalmente en respuesta a los niveles reducidos de estrógeno y al envejecimiento, y no se atenúan con el tiempo.
Fisiopatología y cambios anatómicos.
Los receptores estrogénicos están presentes en la vagina, el vestíbulo vulvar, la uretra y el trígono de la vejiga y en las neuronas sensoriales autonómicas de la vagina y la vulva.
Los receptores de testosterona se concentran principalmente en los tejidos vulvares y menos en la vagina, mientras que los receptores de progesterona se hallan solo en la vagina y en la unión epitelial vulvovaginal.
Los tejidos pierden colágeno y elastina y hay alteración de la función de las células del músculo liso, reducción del número de vasos sanguíneos, lo que conduce a un adelgazamiento del epitelio, disminución del flujo sanguíneo y de la elasticidad. Los síntomas más leves son la SEQUEDAD VAGINAL Y LA DISPAREUNIA (dolor con las relaciones sexuales).
A menudo, las mujeres esperan a que su médico le interrogue acerca de los síntomas.
No esperes a que tu médico te pregunte acerca de los síntomas que puedas estar presentando en tu área genital. Asume un rol más activo y coméntale a tu médico las molestias que estés notando y que te molesten en tu área genital.
Todo síntoma tiene una solución terapéutica, si se diagnostica adecuadamente y se trata a tiempo. Consulta.